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Acerca de Costa Rica

Vista aérea Costa Pacífico Norte

Catarata Borinquen, Rincón de la Vieja, Guanacaste

Bailes Típicos Costarricenses

Edificio Histórico, Liberia, Guanacaste

Bahía Culebra, Guanacaste.

Costa Rica

 

Costa Rica se extiende desde el Océano Pacífico hasta el Mar Caribe y su distancia es de 200 millas. La variedad de paisaje y microclimas que se pueden disfrutar en un mismo día, hacen de este país un destino paradisíaco. En sólo 51 mil kms cuadrados, el viajero puede encontrar: sol y playa, aventura, naturaleza y cultura.

 

Aunque el país es pequeño y cubre solo el 0.03% de la superficie del planeta, tiene el privilegio de ser el hábitat del 5% de la biodiversidad existente en todo el mundo. El 25.58% de su territorio está protegido bajo diversas formas de conservación. Costa Rica se ubica entre los 20 países más ricos en biodiversidad de la Tierra en densidad de especies.  Esto significa que es posible encontrar más especies en 1,000 km2 en Costa Rica, que en la misma extensión en países como Brasil o Colombia.

 

El país cuenta además con un gran legado cultural, cuyas manifestaciones las podemos ver en símbolos como la carreta, símbolo nacional que sobresale por su belleza y colorido.  Además,  cuenta con la herencia de varios pueblos indígenas como los Chorotegas, los Cabécares, Malekus, Bribrís, Borucas, entre otros.

 

 

 

 

Guanacaste

 

Con un área total de 9529 km2 y más de 700 kilómetros de costa, la unidad turística Guanacaste comprende la costa pacífica de Costa Rica desde el límite con Nicaragua hasta la desembocadura del Río Bongo en la península de Nicoya. Esta unidad alberga una importante porción del patrimonio natural y cultural costarricense. No en vano hay aquí un significativo número de áreas protegidas que incluyen ecosistemas acuáticos, terrestres, montañosos y costeros, en cuyos territorios la vida se desarrolla con exuberancia.

 

La belleza incomparable de sus paisajes que van desde el bosque seco tropical hasta el bosque montano bajo y su cálido clima, así como su fértil naturaleza han hecho de Guanacaste uno de los lugares más concurridos por el turismo local e internacional. Tiene además un importante soporte en el Polo de Desarrollo Turístico del Golfo de Papagayo, así como, por el Aeropuerto Internacional Daniel Oduber al cual llega una gran cantidad de vuelos charter y de vuelos regulares procedentes de los Estados Unidos.

 

A lo largo del litoral guanacasteco se ubican numerosas playas a las que bañan las cálidas aguas del Océano Pacífico. El paisaje de la costa es excepcional. Hay extensas playas de blancas arenas y un apacible mar matizado por intensos azules.

 

La provincia cuenta con numerosas zonas protegidas como:  Parque Nacional Rincón de la Vieja,  Parque Nacional Santa Rosa,  Parque Nacional Guanacaste, Parque Nacional Barra Honda,  Reserva Biológica Lomas de Barbudal, Parque Nacional Volcán Tenorio, entre otros.

 

La belleza natural y sus condiciones geográficas permiten realizar diversas actividades desde caminatas en las faldas de un majestuoso volcán, zip-lining, rafting y surf de clase mundial, pesca deportiva, un paseo en bote entre delfines y ballenas, caminatas en cavernas misteriosas, y mucho más.

 

Guanacaste es reconocido por su música, manifestación de arte popular más común en la provincia, siendo la marimba su instrumento más representativo. Como complemento a la música, las danzas típicas guanacastecas se han conservado a través del tiempo como tradiciones orales, éstas son la más fiel representación de lo que fue la vida social y la cultural de la provincia de Guanacaste. Estas danzas tienen una gran influencia del zapateado español andaluz. Algunas son: El Punto Guanacasteco, Los Amores de Laco, La Cajeta, La Flor de Caña, El Torito, El Zapateado, El Pavo y La Botijuela, entre otras.

 

El maíz es uno de los productos de gran importancia en la zona de Guanacaste, de este grano se deriva gran cantidad de comidas y bebidas típicas: las tortillas guanacastecas, las tanelas, tayuyas, tamales, pisques, tamal dulce, arroz de maíz, nacatamales, rosquillas, bizcochos, pozol, atol, chicheme, chicha, pinol, entre otras.

 

En las casas existe normalmente un horno de barro, donde se prepara toda clase de panes y se hornean muchas de las comidas expuestas anteriormente.

 

Entre las bebidas se encuentra el pinol, la chicha de maíz y el chicheme.

 

Para el disfrute de estas comidas y bebidas se tienen sitios claves como son los mercados de Liberia, Nicoya y en Santa Cruz en la famosa Cooperativa de Mujeres.

 

Península Papagayo y Bahía Culebra

 

El encanto de Papagayo ha fascinado desde miles de años atrás.   

 

Sus playas casi estáticas, seguras y relajantes, son producto de una formación geológica única en toda la costa Pacífica y a la vez diferente a todo el resto del país.  Estas particularidades atrajeron 12.000 años atrás a los Corobicíes, quienes habitaron Guanacaste miles de años antes de que llegaran los grupos desde México y el norte de Centroamérica.  La región comprendida entre Costa Rica y Panamá se usaba como un “puente de tierra” entre las diversas culturas, por lo que en estas tierras se llevaba a cabo un tránsito de gentes, productos y objetos fascinante.

 

Años después se formaron grupos Chorotegas, llamados así por la lengua que hablaban, la cual ya se encuentra extinta.  Aunque en Guanacaste la población indígena se desarrolló en grupos pequeños, Papagayo fue uno de los sitios escogidos por ellos.  En los años 90 se descubrieron aquí mismo en Playa Sombrero cuatro estanques que usaron los indígenas precolombinos para pescar hace aproximadamente 1,000 años.  Dos de ellas permanecen intactas y aunque la mayoría del año permanecen cubiertas por el mar, en los meses de marea más baja (Marzo y Octubre) quedan al descubierto, dándonos la oportunidad de volver en el tiempo y revivir esta cultura ancestral.  

 

Papagayo ofrece un espacio de 2 mil hectáreas, 17 playas variadas con un mar tranquilo, ideal para disfrutarlo en familia, para practicar el buceo y deportes acuáticos, pues el agua clara permite observar la belleza marina que encierra Bahía de Culebra, o simplemente, descansar bajo la sombra de los árboles de la zona y pasear por un bosque primario observando la fauna y las especies endémicas.

 

Un recorrido en lancha por su irregular litoral permite al visitante disfrutar de un bello paisaje matizado por una serie de sorpresas como cavernas, islotes o bien, la vista inesperada de delfines u otras especies marinas como tiburones gato, peces de variados colores y tortugas gigantes.

 

Esta bahía es rica en especies marinas de gran valor científico y económico debido a que aguas son ricas en plancton, su principal alimento, que se desarrolla en los manglares de la zona.  En sus tierras también se puede apreciar una espesa flora y abundante fauna, logrando ver frecuentemente monos aulladores y monos ardilla, iguanas, venados, 400 especies de mariposas y mucho más.

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